Desnudarte,
abrir una botella de vino blanco, poner esa canción que te hace sentir tan
bien, servirte una copa de vino, bailar descalza, recordar que estás donde
estás porque él se marchó, olvidar los malos ratos, quedarte con los buenos, suspirar
y sonreír.
Cuando
alguien decide dejar tu historia, no le impidas salir, el tiempo que pierdes en
esforzarte es el que precisas para seguir conduciendo en este viaje vital. Todo
se recoloca, todo vuelve a su lugar, lo importante es que el estruendo de su
partida sea silencio, y avanzar, poco a poco.
Cuando
un amor sale de tu vida hay miles de mariposas que añoran volver a ti.
La historia se repite, ya sabes cómo enfrentarte, canta, inventa una aventura, escríbela… bueno, eso déjamelo a mí que no se me da mal.
La historia se repite, ya sabes cómo enfrentarte, canta, inventa una aventura, escríbela… bueno, eso déjamelo a mí que no se me da mal.
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