Tengo una caja de calcetines sueltos. Tengo un imperdible sobre
la cama sin costura. Tengo un instante
cerrado que pretende ser eterno.
Tengo.
Salgo del tráfico y aterrizo en el instante. La lavadora apretada pretende desatar nocturnas agonías, los pantalones se aceleran y yo solo quiero ser princesa.
Tengo.
Salgo del tráfico y aterrizo en el instante. La lavadora apretada pretende desatar nocturnas agonías, los pantalones se aceleran y yo solo quiero ser princesa.
Observo.
Las noches se conservan en alcohol y los días pretenden ser noctámbulos, los gecos y la luna.
Los almuerzos nocturnos indecentes, las celebraciones y los chupitos, la felicidad impersonal y esa que defiendes como tuya, siempre.
A días y por las noches, con los intermitentes apretados, es tuya, y sin querer, mía.
Las noches se conservan en alcohol y los días pretenden ser noctámbulos, los gecos y la luna.
Los almuerzos nocturnos indecentes, las celebraciones y los chupitos, la felicidad impersonal y esa que defiendes como tuya, siempre.
A días y por las noches, con los intermitentes apretados, es tuya, y sin querer, mía.
Tengo zapatos huérfanos de pasajeros y compañeros solteros de
compañía.
Despego de un atemporal instante, si hubiera sabido de ti hace mil ósculos quizá te hubiera pretendido.
Despego de un atemporal instante, si hubiera sabido de ti hace mil ósculos quizá te hubiera pretendido.
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