La humedad se apodera de mi alma mientras te espero. En el estéreo Melody Gardot y ese tema que me pides que te tararee cuando hacemos el amor.
Y ya estoy al final del día, en el horizonte el mar, su infinita calma ahora con resaca, y tú, buscando el norte, me miras confuso al tiempo que te aproximas a mi brújula, te sirvo una copa de vino y calculo los Celsius a los que ha aumentado mi cuerpo al aproximarte.
En breve seguiremos la Ley de Dalton y el higrómetro dará nuestra posición en la estancia.
Fuera sigue lloviendo.
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