Una
habitación de hotel. Afuera llueve. La luz de la mesilla alumbra la estancia.
Unas gafas sobre un libro. Un café humeante. La puerta del baño entreabierta y
el grifo vertiendo en la bañera.
Aterrizo
descalza, voy dejando caer mis prendas a lo largo del pasillo. El viento azota
los cristales. Te observo acercarte hacia la cama. Establezco un diálogo tácito
contigo mientras dibujas emoticonos, los besas y lames mis costuras hasta
alcanzar mi tatuaje. Un látigo de lepidópteros invade mi estómago.
Soy
más que tuya. Si soy lo que soy es porque alguna vez fui tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario