“Debería ser
infinito, incondicional e increíble”. Así es como debería ser el amor, sin
querer y queriendo, adornado con sencillas emociones, con cafés de madrugada y
cervezas al atardecer. Sin palabras, sobre todo sin sospechas, con un cierto
toque de inocencia, y sobre todo de querencia, de saber que estás sentado en el
mismo asiento de la vida, con seguridad, confianza y deseo.
Emoción de
encontrarse, de mirarse, de tocarse, de reencontrarse, de tomar un barco que
surque los mares, siempre en la misma dirección, aunque los camarotes sean a
veces diferentes. Porque al amor hay que darle alas, y dejarle espacio, hay que
vivirlo intensamente y hacerlo aún más.
Sin florituras,
sin retoques, con naturalidad y con cariño, el amor hay que demostrarlo cada
día, y no olvidar que sentirlo es lo más grande que podemos tener en esta vida.
1 comentario:
Uana auténtica apología del AMOR, con mayúsculas.Suerte con el tuyo. besitos
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