viernes, 22 de abril de 2016

El amor es ciego...

El amor es ciego. Tan ciego como el mar en calma. Tan cegado como la pasión loca, la justicia o la magia de la primera vez.
Hay ocasiones en las que no veo más allá de este instante, omito realizar un paso en falso, me remito a ser la remitente de las cartas, observo como rasgas el sobre, extraes la misiva y te sientas en la terraza. No suelo interrumpirte durante el proceso, ni veo ni escucho ni oigo, tan solo espero tus dedos despegando mi piel, dentro galopa mi alma desbocada. Cuando se trata de sentimientos que deslumbran nada mejor que la horizontalidad de la noche y el sonido del mar. 


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