jueves, 2 de enero de 2020

Rebelde, me llamaste...

Rebelde, me llamaste, y ninguna de las acepciones de la RAE me define.
No opongo resistencia, más bien fluyo con ella.
Tampoco falto a la obediencia debida, al contrario me dejo llevar cual sumisa cuando la conduzco.
Esta mañana obvié contártelo, a veces me contengo en las sorpresas… parece que sí me resisto. ¡Qué curioso! Incluso podría infringir alguna de tus normas y desatarme, sin embargo he decidido tatuarme aquello que me hace vibrar: el viento en la cara, el olor a lluvia y tierra mojada, el ronroneo en mi cuerpo, el latir de mi corazón al acelerarla, la magia de la primera vez siempre que me subo a ella, las mariposas en mi estómago cuando noto el sol en mi cara, un sueño hecho realidad. Y sí, puede que yo no sea una rebelde, pero ella sí lo es. 

(a mi Honda Rebel)




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