Se me agotarán las ganas y llegará el invierno.
Dejaré de perseguirte, de imaginar que compartimos estancias y se hará de
noche. Serviré el café sin cucharilla, los fogones permanecerán apagados y
regresará la fría soledad. Escribiré en silencio, la lluvia acompañará los
vocablos y te olvidaré. Y será en ese preciso instante cuando aparecerás de
pronto, como si nunca te hubieras ido, me mirarás, accederás a mi cuerpo sin pedir permiso y yo te
recordaré en cada caricia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario