lunes, 25 de marzo de 2013
ESPERAR...
La sobremesa fue tensa. Inimaginable que no hubiera gritos ni insultos. Así transcurrió. En el telediario volvían a anunciar el partido esperado Madrid-BarÇa. El eructó. Ella salió del salón dirección a la cocina. Encendió un cigarrillo y preparó un café.
El comenzó a gritar. A insultar. A humillar. Ella solo esperaba el silencio, como cada tarde cuando él cerraba la puerta y se iba. Se iba fuera, al café o a los brazos de otra.
Pasados diez minutos, ella regresó al salón. El estaba recostado en el sofá, con una mano sobre el pecho y la mirada perdida.
Había sufrido un infarto, y ella esperó, sentada en una silla a que la gritara de nuevo, mientras sonreía. Llamaría mas tarde a la ambulancia, a la policía.
Esperaría, por todas las veces que él le había amenazado: "un día te mato".
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1 comentario:
Demasiado machismo y mala...Ella una santa.¡Qué pena!
¡
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