Estoy mimosa, palabra de origen indefinido, no sé de
dónde viene ni una cosa ni la otra, pero lo estoy, indescriptiblemente hoy. Y
el viento gélido abanica mis pestañas, las lágrimas corretean por mi piel
camino de mis labios, te añoro. La nostalgia se ha mezclado con una especie de
melancolía estúpida, se alimenta de ternura y descansa entre fotogramas. Indomable e indómita respiro a trompicones, necesito algo de afecto, del que se
degusta con abrazos y besos, del intenso y verdadero.
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