Se enfrían las cervezas en la nevera,
incluso el vino blanco de las celebraciones.
Se enfrían las casas al llegar
el otoño.
Se enfrían las manos cuando
aterriza el invierno, y la nariz.
Se enfría la magia sin su batuta.
Se enfría la música fuera del
pentagrama.
Se enfrían las relaciones
abandonadas a la rutina.
Se enfrían las palabras no
dichas.
Se enfrían los hechos no
ejecutados.
Se enfrían las caricias con las
ausencias.
Se enfría la vida sin motivos, y
sin razones.
Abrázame ardientemente, no
dejemos que nos alcance el frío.
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