sábado, 30 de septiembre de 2017
Evito dormitar...
Evito dormitar, últimamente me
abandono en el lecho pasada la medianoche por miedo a tropezarme con peldaños
pretéritos y desconchados. Huyo de lo previsible, de lo ya conocido, escapo de
lo críptico, necesito soltar, dejarme llevar, anhelo tu aliento en mi espalda.
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sábado, 23 de septiembre de 2017
Si tuviera vistas...
Si tuviera vistas sería
perfecto, sería casi feliz, o feliz al 100% a medias contigo.
Vistas a tu torso desnudo al despertar, infinito.
Vistas a tu espalda, mi tabla de salvación nocturna.
Vistas a tus ojos, a esa mirada que me desnuda la piel.
Vistas a tus manos y a tus dedos acariciándome en la intimidad.
Vistas a tus labios recorriendo mi cuerpo, sin descanso.
Vistas a ti, desnudo, sin más ropaje que mi alma salvaje.
Si tuviera vistas estaría contigo, y serían contigo.
Vistas a tu torso desnudo al despertar, infinito.
Vistas a tu espalda, mi tabla de salvación nocturna.
Vistas a tus ojos, a esa mirada que me desnuda la piel.
Vistas a tus manos y a tus dedos acariciándome en la intimidad.
Vistas a tus labios recorriendo mi cuerpo, sin descanso.
Vistas a ti, desnudo, sin más ropaje que mi alma salvaje.
Si tuviera vistas estaría contigo, y serían contigo.
jueves, 21 de septiembre de 2017
Me encanta llegar a tus abrazos al atardecer...
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martes, 19 de septiembre de 2017
Ojeo revistas...
Ojeo revistas, el tiempo parece
ir más deprisa, pongo algo de música, el lapso guarda un silencio inquieto,
cierro los ojos y te echo de menos.
Recaliento la pizza que sobró anoche y abro una cerveza, salgo a la terraza, el sol cae indómito sobre el tenderete, me pueden las ganas de llorar y vuelvo a cerrar los ojos, y entonces te siento a mi espalda, me rodeas con tus brazos y me besas el cuello. Y esta vez el tiempo parece detenerse.
Recaliento la pizza que sobró anoche y abro una cerveza, salgo a la terraza, el sol cae indómito sobre el tenderete, me pueden las ganas de llorar y vuelvo a cerrar los ojos, y entonces te siento a mi espalda, me rodeas con tus brazos y me besas el cuello. Y esta vez el tiempo parece detenerse.
sábado, 16 de septiembre de 2017
Adoro el infinito de tu espalda...
Adoro el infinito de tu espalda,
ese que se entrevé entre las sábanas arremolinadas al entrar en el dormitorio.
Te giras ligeramente alcanzando el lado cálido de la cama y notas mi ausencia,
te incorporas y me ves, me tiendes los brazos y yo sonrío, me pierde tu mirada,
esa con la que me estremezco sin que me toques. Salto y me recoges con ternura,
y me besas impetuoso, me acelero al sentir tus manos recorriendo mis curvas, me
encantan los amaneceres que saben a cruasanes, que huelen a café, que se
sienten con los dedos, que suenan a nosotros, amaneceres infinitos, como un día
contigo.
viernes, 15 de septiembre de 2017
Me comunicas que solo tengo 24 horas...
Me comunicas que solo tengo 24
horas, nada más que 24 horas para compartir contigo, esta vez. Saco la
calculadora y me pongo a calcular los minutos, 1440, sonrío, eso es otra cosa.
Ordeno en mi lunático desorden aquello que anhelo de ti, tu locura, tu mirada, tus manos, tus labios, echo de menos incluso tus demonios, noto a ras de piel y en lo más intimo de mi alma que esto funciona, no sabría explicarlo pero funciona, a ratos y en penumbra, a días y al amanecer, a horas y con palabras, a minutos y a corazón descubierto.
Ordeno en mi lunático desorden aquello que anhelo de ti, tu locura, tu mirada, tus manos, tus labios, echo de menos incluso tus demonios, noto a ras de piel y en lo más intimo de mi alma que esto funciona, no sabría explicarlo pero funciona, a ratos y en penumbra, a días y al amanecer, a horas y con palabras, a minutos y a corazón descubierto.
domingo, 10 de septiembre de 2017
Contigo haría miles de cosas...
Contigo haría miles de cosas. Y las realizaría a cualquier
hora del día, incluso, si nos ponemos noctámbulos, de la noche. Reservaría un
segundo para conquistarte, no necesito más, y no porque te tenga sino porque
las grandes seducciones arrancan desde el deseo, y este, juega a dos bandas.
Por la mañana, te despertaría sin palabras, incluso permitiría que las rendijas tatuaran tu espalda mientras ruedas hacia mi lado de la cama buscando mi celo. Te observaría, sí, como te incorporas, lentamente, acentuando la musculatura de tu espalda y, cerrando los ojos, imaginaría la entrega de armas, la mía principalmente, porque a estas horas de la mañana soy tuya sin condiciones.
Al llegar la tarde, a esa hora que los relojes pierden sin querer, escojo la mejor melodía y el mejor rincón para acentuarnos. A días somos sílabas tónicas y a otros, átonas, pero siempre vocablos con significado y significante, así somos.
Contigo haría miles de cosas, sobre todo al anochecer. Me desvestiría sin miedo, me revelaría en positivo y te confesaría las miles de cosas que haría contigo.
Por la mañana, te despertaría sin palabras, incluso permitiría que las rendijas tatuaran tu espalda mientras ruedas hacia mi lado de la cama buscando mi celo. Te observaría, sí, como te incorporas, lentamente, acentuando la musculatura de tu espalda y, cerrando los ojos, imaginaría la entrega de armas, la mía principalmente, porque a estas horas de la mañana soy tuya sin condiciones.
Al llegar la tarde, a esa hora que los relojes pierden sin querer, escojo la mejor melodía y el mejor rincón para acentuarnos. A días somos sílabas tónicas y a otros, átonas, pero siempre vocablos con significado y significante, así somos.
Contigo haría miles de cosas, sobre todo al anochecer. Me desvestiría sin miedo, me revelaría en positivo y te confesaría las miles de cosas que haría contigo.
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sábado, 9 de septiembre de 2017
Es sábado y creo que te amo...
Es sábado y creo que te amo.
Afuera llueve, tintinean los cristales desde la siesta. Intenté dormitar un sueño o dos, más tarde pretendí esperarte despierta, pero acabé perdiéndome, abandonándome entre todos nuestros recuerdos, entre la cebada y los nocturnos, entre tu boca y tus manos, siempre en el infinito de un lecho vacío.
Me besas para despertarme, me retiras un mechón de pelo que se me ha quedado enganchado en el pendiente, me observas profundamente, tanto que los lepidópteros se vuelven locos en mis entrañas. Te sonrío y tú te inclinas de nuevo, me rodeas con tus brazos hasta alcanzar la intimidad deseada, te incorporas algo presuntuoso, sabes de mis debilidades, conoces esos rincones de mi cuerpo que estallan con una simple caricia, dominas la contienda bajo las sábanas y la conciliación sin ellas.
Te sigo en silencio, hay madrugadas en las que sobran las palabras, es sábado y te amo.
Afuera llueve, tintinean los cristales desde la siesta. Intenté dormitar un sueño o dos, más tarde pretendí esperarte despierta, pero acabé perdiéndome, abandonándome entre todos nuestros recuerdos, entre la cebada y los nocturnos, entre tu boca y tus manos, siempre en el infinito de un lecho vacío.
Me besas para despertarme, me retiras un mechón de pelo que se me ha quedado enganchado en el pendiente, me observas profundamente, tanto que los lepidópteros se vuelven locos en mis entrañas. Te sonrío y tú te inclinas de nuevo, me rodeas con tus brazos hasta alcanzar la intimidad deseada, te incorporas algo presuntuoso, sabes de mis debilidades, conoces esos rincones de mi cuerpo que estallan con una simple caricia, dominas la contienda bajo las sábanas y la conciliación sin ellas.
Te sigo en silencio, hay madrugadas en las que sobran las palabras, es sábado y te amo.
viernes, 8 de septiembre de 2017
Sin que te sirva de precedente...
Sin que te sirva de precedente, cariño,
me apasiona la forma que tienes de silenciarme sin decir nada.
Reconozco que ando falta de inspiración, llevo horas esperando vocablos y en su lugar hallo tu boca, y tus labios.
Me reconforta esa ternura con la que me abrazas, no aspiro a nada más, eso sí, me inspiro en todo. Y sé que el romanticismo no está de moda, quizás sea la edad, pero si me imagino con alguien, es contigo.
Reconozco que ando falta de inspiración, llevo horas esperando vocablos y en su lugar hallo tu boca, y tus labios.
Me reconforta esa ternura con la que me abrazas, no aspiro a nada más, eso sí, me inspiro en todo. Y sé que el romanticismo no está de moda, quizás sea la edad, pero si me imagino con alguien, es contigo.
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sábado, 2 de septiembre de 2017
Cinco horas...
Cinco horas llevamos ya
compartiendo lo mejor que tenemos, a nosotros, y aún no sabemos a dónde nos
dirigimos. Ojala lo supiéramos, todo sería mucho más sencillo.
Yo no te prometo nada, ojala supiera todo lo que puedo ofrecerte. Todo sería más sencillo.
Y tú me comentas que aún desconoces qué te depara el día, que las noches se revuelven y no hallas el modo de retomar la calma. Te observo con la inocencia de la primera vez, degustando cada pequeña parte del mensaje y, sobre todo, de tus labios, te presto mi silencio, y mi sonrisa. En ocasiones me quedo prendida en un TQ tuyo, en otras, solo tengo uno que ofrecerte al anochecer, mas siempre guardo lo mejor de mí para cuando pierdes el rumbo, nunca me perdonaría no haber intentado hacerte reír un día gris.
Yo no te prometo nada, ojala supiera todo lo que puedo ofrecerte. Todo sería más sencillo.
Y tú me comentas que aún desconoces qué te depara el día, que las noches se revuelven y no hallas el modo de retomar la calma. Te observo con la inocencia de la primera vez, degustando cada pequeña parte del mensaje y, sobre todo, de tus labios, te presto mi silencio, y mi sonrisa. En ocasiones me quedo prendida en un TQ tuyo, en otras, solo tengo uno que ofrecerte al anochecer, mas siempre guardo lo mejor de mí para cuando pierdes el rumbo, nunca me perdonaría no haber intentado hacerte reír un día gris.
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