Intento que la tarde transcurra igual que si estuvieras, sé que volverás cuando menos me lo espere, como tantas otras madrugadas. Te abrazarás a mí como si temieras que fuera a irme, yo acertaré a situarme sobre ti, te miraré a los ojos mientras dejo que mi pecho te acaricie, cerrarás los ojos y me invadirás, y yo me rendiré, tras un intenso combate cuerpo a cuerpo.
No hay nada que me guste más que hacer las paces contigo.
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