Ganas de sentirte a mi lado.
Ganas de perderme entre tus
brazos.
Ganas de saborearte lentamente.
Ganas de apreciar cada gesto de
tu rostro.
Ganas de besarte.
Ganas de interpretar con tus
manos.
Ganas de observarte
interrumpiéndome mis estornudos.
Ganas de hacerte mío, o mejor,
que me hagas tuya.
Porque al llegar la noche
estamos y somos nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario