Te adoro, me excitas desde cualquier rincón de tu cuerpo, enloquezco cuando me miras, palpito por tus caricias, me fascinan tus ósculos a horas intempestivas, me seducen tus palabras y tus silencios, y todo resulta incierto cada anochecida y mágico al despertar, contigo no hay estribillos no hay rutinas. Lo nuestro sabe siempre como esa primera vez.
jueves, 23 de febrero de 2017
Siempre hay una primera vez para todo...
Siempre hay una primera vez para todo, una primera
oportunidad en la que se palpa el miedo ante lo desconocido, importa poco que
estemos tropezando con piedras conocidas en el camino, que reconozcamos
perfiles e incluso desenlaces, alcanzaremos el instante como si fuera algo por
explorar.
Te adoro, me excitas desde cualquier rincón de tu cuerpo, enloquezco cuando me miras, palpito por tus caricias, me fascinan tus ósculos a horas intempestivas, me seducen tus palabras y tus silencios, y todo resulta incierto cada anochecida y mágico al despertar, contigo no hay estribillos no hay rutinas. Lo nuestro sabe siempre como esa primera vez.
Te adoro, me excitas desde cualquier rincón de tu cuerpo, enloquezco cuando me miras, palpito por tus caricias, me fascinan tus ósculos a horas intempestivas, me seducen tus palabras y tus silencios, y todo resulta incierto cada anochecida y mágico al despertar, contigo no hay estribillos no hay rutinas. Lo nuestro sabe siempre como esa primera vez.
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