Confieso que ya tengo ganas de que llegues, la cerveza está enfriándose, la música ambientando el salón, visto lencería negra y he apagado la luz, tan solo la mecha de una vela delinea la sala.
Oigo la puerta, tus pasos encaminándose hacia donde estoy, tu voz y esa forma tan peculiar que tienes de volverme loca sin tocarme.
Hoy es lunes, pero no uno cualquiera, no, hoy vamos a amarnos bajo la luna más inmensa de los últimos años.
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