Hace días que no nos tropezamos sin querer en el baño. Aún recuerdo esas huidizas miradas que nos regalábamos al despertar, esas primeras palabras junto al café y tu sonrisa. Llevo todo el día pensando en ti. Ay, no, que eso te lo dije anteayer, mejor te dejo pensar en tus cosas mientras leo una novela.
Echo de menos tus caricias insistentes y tus bocados, tu voz y esa manía que te ha dado por acercarte a mí como si fuera a marcharme. Llevo todo el día pensando en ti, sí, ya te lo he sugerido al dejarte la nota de la compra junto a la cazadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario