viernes, 16 de septiembre de 2016

No te cambiaría por nada ni por nadie...

No te cambiaría por nada ni por nadie, por lo menos en lo que dura este instante, preparemos algo de manduca y reguémonos el alma con una botella de vino. La madrugada está alerta, parece que se avecina una bajada de temperaturas, un aumento de pasiones y una montaña rusa de emociones.
Adivina en qué estoy pensando, te informo que quiero llevarlo a la práctica esta noche. Necesitaremos desaprender lo aprendido para saborear todo con la inocencia de la primera vez, alcanzaremos límites insospechados e inhóspitos, remontaremos cauces y olas, planearemos a medio gas, y al concluir la madrugada nos entregaremos como amantes y, sobre todo, amigos.

 

lunes, 12 de septiembre de 2016

No hay nada comparable a este instante...

No hay nada comparable a este instante en el que me encierro bajo un manto de música y escribo. Llevo todo el día pensando en ti. No, eso ya te lo dije ayer, mejor comentarte que hay que comprar cervezas y algo de picar, la nevera está medio vacía y yo llevo todo el día sin tiempo para mí.
Hace días que no nos tropezamos sin querer en el baño. Aún recuerdo esas huidizas miradas que nos regalábamos al despertar, esas primeras palabras junto al café y tu sonrisa. Llevo todo el día pensando en ti. Ay, no, que eso te lo dije anteayer, mejor te dejo pensar en tus cosas mientras leo una novela.
Echo de menos tus caricias insistentes y tus bocados, tu voz y esa manía que te ha dado por acercarte a mí como si fuera a marcharme. Llevo todo el día pensando en ti, sí, ya te lo he sugerido al dejarte la nota de la compra junto a la cazadora.


domingo, 4 de septiembre de 2016

No soy perfecta...

No soy perfecta ni tampoco soy irrompible, más bien soy sensible, lenta y algo quejumbrosa, adolezco de perfeccionista, de querer tenerlo todo bajo control, de dejarme llevar siempre timón en mano.

Intensa, mantengo la mirada siempre hasta que el corazón me lo permite; sumo incluso cuando resto, porque en la sustracción está la diferencia, y a mí siempre me ha gustado ser dispar.

Con las ideas claras, así como un amanecer que caduca al final del día, me atavío tan solo con la piel, me sobran los hábitos y las costumbres, adoro el silencio de la nota perdida y el sonido reconocido del dulce hogar.

A partir de hoy seguiré siendo igual de imperfecta, no pretenderé enamorarme ni que te enamores de mí, navegaré sin rumbo, pero con tino; degustaré los momentos con calma, no arremeteré contra el futuro como si fuera lo único en mi vida, porque no es así. Viviré el presente, aminoraré la velocidad de crucero, reduciré la presión y evitaré la sal. Y ya en serio, caminaré descalza cada día, sin artificios, sin demora, pisaré la tierra que me ha visto nacer, crecer y amar, y sonreiré. En todas estoy yo, en cada una de ellas soy yo.