Ibas contando algo sobre la última vez que estuviste allí, desconecté sin querer mirando el terciopelo rojizo del mar al atardecer y retomé la conversación en un punto y coma, aproveché para darle un giro, te dije que el día estaba siendo escandalosamente mágico mientras te observaba, concluiste con “y aún no ha terminado, nena”. Sonreí. No voy a llevarte la contraria, resulta que cada vez que sonrío te vuelves a enamorar de mí.
jueves, 28 de julio de 2016
Cada vez que te miro me vuelvo a enamorar de ti...
Cada vez que te miro me vuelvo a enamorar de ti.
Volvíamos de pasar un día improvisado, en la radio Harry Manx y ese “Crazy
love”, sí, algo de lunática tengo, sobre todo cuando llega la primavera y me
enciendo, broto como los almendros, y por las noches destelleo cual estrella en
la oscuridad de la habitación.
Ibas contando algo sobre la última vez que estuviste allí, desconecté sin querer mirando el terciopelo rojizo del mar al atardecer y retomé la conversación en un punto y coma, aproveché para darle un giro, te dije que el día estaba siendo escandalosamente mágico mientras te observaba, concluiste con “y aún no ha terminado, nena”. Sonreí. No voy a llevarte la contraria, resulta que cada vez que sonrío te vuelves a enamorar de mí.
Ibas contando algo sobre la última vez que estuviste allí, desconecté sin querer mirando el terciopelo rojizo del mar al atardecer y retomé la conversación en un punto y coma, aproveché para darle un giro, te dije que el día estaba siendo escandalosamente mágico mientras te observaba, concluiste con “y aún no ha terminado, nena”. Sonreí. No voy a llevarte la contraria, resulta que cada vez que sonrío te vuelves a enamorar de mí.
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