domingo, 1 de mayo de 2016

Vuelvo al punto de partida...

Vuelvo al punto de partida, al líquido amniótico, me reservo para mí la dicha del momento.
Siento una húmeda dulzura en esta oscuridad, un silencio indómito, de pronto una cortina rasgada se abre ante mí y me extraen de esa íntima calma. Un golpe, un llanto y el cálido abrazo de una madre.


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