domingo, 21 de febrero de 2016

Correteas por entre los pliegues de mi piel...

Correteas por entre los pliegues de mi piel, dejas besos bajo mis ojos y me abrazas. Las noches se han acentuado desde tu regreso, se adentran hasta la alcoba y despiertan en la cocina.
Hay tantas palabras que dejamos perderse por miedo, tanto miedo que nos impide hablar, tanto silencio al que ponerle banda sonora, tantas melodías que marcan pasos, tantos pasos hacia atrás que debieron ser hacia delante, tanto impulso y energía perdida por falta de coraje, tanto valiente enfundado en armaduras desprovistas de emociones, tantas emociones encerradas en armaduras, tanto dolor bajo sonrisas, tantas sonrisas llenas de legañas, tantas lágrimas saladas, tanta sal fuera de las cocinas, tantas cocinas en las que amarse.
¿Sabes qué? Hoy siento la necesidad de reencontrarme con tu aliento, de situarme a dos besos de tus labios, de mirarte a los ojos sonriendo, de acercarme a ti, de rozarte sin querer y de que el tiempo se detenga. Mientras tú punteas mi cintura como si de una guitarra se tratara y me tocas intentando afinar mis curvas. Profundamente.
¿Sabes qué? me dejas sin hálito y al mismo tiempo eres el aire que respiro. No me he vuelto cursi, solo quería que supieras que esta noche hay una historia que inventar en mi cocina, ¿te apetece ser parte de ella?
 

No hay comentarios: