Me alejo de ti sin girarme, se agranda la
distancia mientras me invades con la imaginación. Apagas la luz del pasillo,
siento que vas acercándote, dejas caer el tirante de mi vestido hasta que este
rueda hasta suelo sorteando mi cintura, te oigo respirar cerca de mi boca, se
me acelera el pulso, me rodeas con tus brazos, dibujas figuras en mi espalda,
cierro los ojos, me besas degustando mis labios, sabor a mar, o eso dices. Alzo
mis manos y te acaricio deslizando mis dedos por las sienes hasta acercarlos a
la comisura de tus labios, te beso en la oscuridad del instante perfecto, ese
que inventamos algunas noches para que no nos invada la rutina.
martes, 23 de febrero de 2016
Apareces sin avisar...
Apareces sin avisar, mirándome
con furia, esa que llega a lo más profundo. Te observo desnudarme sin tocarme,
saboreando cada curva de mi cuerpo con la cadencia de aquel que sabe que tiene
la batalla ganada.
domingo, 21 de febrero de 2016
Correteas por entre los pliegues de mi piel...
Correteas por entre los pliegues de mi piel, dejas besos bajo
mis ojos y me abrazas. Las noches se han acentuado desde tu regreso, se
adentran hasta la alcoba y despiertan en la cocina.
Hay tantas palabras que dejamos perderse por miedo, tanto miedo
que nos impide hablar, tanto silencio al que ponerle banda sonora, tantas
melodías que marcan pasos, tantos pasos hacia atrás que debieron ser hacia
delante, tanto impulso y energía perdida por falta de coraje, tanto valiente
enfundado en armaduras desprovistas de emociones, tantas emociones encerradas
en armaduras, tanto dolor bajo sonrisas, tantas sonrisas llenas de legañas,
tantas lágrimas saladas, tanta sal fuera de las cocinas, tantas cocinas en las
que amarse.
¿Sabes qué? Hoy siento la necesidad de reencontrarme con tu
aliento, de situarme a dos besos de tus labios, de mirarte a los ojos
sonriendo, de acercarme a ti, de rozarte sin querer y de que el tiempo se
detenga. Mientras tú punteas mi cintura como si de una guitarra se tratara y me
tocas intentando afinar mis curvas. Profundamente.
¿Sabes qué? me dejas sin hálito y al mismo tiempo eres el aire
que respiro. No me he vuelto cursi, solo quería que supieras que esta noche hay
una historia que inventar en mi cocina, ¿te apetece ser parte de ella?
domingo, 14 de febrero de 2016
Se acerca San Valentín...
Se acerca San Valentín y como cada año aterrizo
enamorada, saboreando cada instante que he compartido con las personas a las
que quiero y he querido. Si pudiera dar marcha atrás volvería a amar de la
misma forma, a sentir de la misma manera, todos y cada uno de los hombres por
lo que he liberado tensiones y por los que he tenido los sentimientos a flor de
piel, forman parte de mí y de mi vida, gracias a lo sentido y lo vivido estoy
aquí hoy y amo de esta forma. Ningún amor fue un error, todos elaboraron un
mapa de emociones en mi piel. Y no es que ahora sea más fácil no salir herida
de una batalla, el amor es en esencia un conjunto de arengas, de impresiones,
de miedos, de risas y de instantes. El amor son etapas, unas veces estas se van
entrelazando y se convierten en maravillosas historias de amor de muchos años,
y otras se cierran para siempre. Lo importante es aprender, crecer y sobre todo,
amar de nuevo.
Y yo hoy estoy enamorada y poco importa que mañana
sea el día de Cupido o el de los enamorados, ya conoces el plano localizador de
mis curvas y mis delirios, de mis ausencias y mis deseos, y yo de tus
debilidades amatorias.
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jueves, 11 de febrero de 2016
Hay películas...
Hay películas que generan emociones
porque tocan lo más íntimo de nuestro ser, filmes en los que la fotografía, la
música o las sensaciones que transmiten consiguen alcanzar un nivel tan alto
que solo obtengo cuando me hallo contigo, ojos, manos y piel en un plano corto
y sin otra toma que tus labios.
miércoles, 3 de febrero de 2016
martes, 2 de febrero de 2016
Escucho las noticias...
Escucho las noticias: en la isla subtropical Amami
Oshima ha nevado, no ocurría desde hacía 115 años; en China se prohíbe llorar por
miedo a sufrir cortes en el rostro ante las gélidas temperaturas que están
viviendo; en La Habana el mar accede a las viviendas, sin llamar; y en otras
partes, el verano nos condiciona el armario.
Vivimos la era del planeta loco, la envergadura de
su enajenación va más allá del nombrado “efecto mariposa”, los terremotos se
multiplican, se concilian relaciones, se desatan pasiones, y tú eres el único
con el que me inventaría una vez más.
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