lunes, 31 de agosto de 2015

El dulce satélite de los recién amados....

Recuerdo un amanecer lunar recién amerizaba desde la profundidad del infinito, aún no te conocía, pero estábamos en el mismo rincón aunque en vías diferentes, mas dejemos el pasado para cuando nos falten temas de conversación. Hoy es el plenilunio de agosto, el dulce satélite de los recién amados, hoy la luna se viste de grana.

En estos instantes nos encontramos en el cuarto oscuro de la ceremonia, en el diario que evocaremos ya de ancianos, en la despensa de los inviernos gélidos: quince días con sus apasionantes noches, medio mes de incandescencia a la orilla del mar, miles de horas para desnudarnos, amarnos y volvernos a arropar, para confesarnos que hay secretos inconfesables y para navegar entre los temores sin miedo. Millones de segundos con licencia para la soledad, para la compañía, para la música y el silencio, para las palabras y sobre todo para afianzar que lo mejor es poder compartirlo contigo.





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