martes, 30 de marzo de 2010

A segundos

Nunca te he dicho esto.
Las margaritas blancas adornan los desayunos en esta mañana de primavera.
Creo que te quiero, a segundos.
NUestra comunicación son silencios acorchados que saben a sal.
Ayer hoy siempre tuya, desde hace cinco años.
Ya queda menos para verte.






Este fin de semana estuve tentada a llamarte mas soy como soy, y la idea de perderte no entra en mis planes. Hacía una tarde de sábado intensa, fresca. Algo escribí pensando en tu esencia, tu húmeda presencia, esa que me envuelve y me ahoga.

En esto llamaron por teléfono. Sin destinatario.

Me recosté en el sofá y miré a techo. Con la luz apagada las sombras de luz parecían terciopelo azul.
Me recuerdan a ti.

Y es que creo que te quiero.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Me perdí

Me perdí ayer intentando recortar mariquitas, de esas que se posan en los balcones y endulzan la mañana. No abrí la ventana temprano pero sé que estabas esperando que lo hiciera.
¿Cuándo adivinaré qué piensas al mirarme?
¿Cuándo dejaré de sentir un vacío cada vez que me abandonas entre las sábanas?

Y entre tanta perdición encontré un perenquén chicharrero entre los ladrillos de la terraza, y es que el sol aprieta a estas horas. Me puse a su lado.
Lo sabes, si fuera un animal sería una salamandra.

Volviste tarde del trabajo. Me miraste al entrar en el salón. Sonreiste.
Me quedé pensando en qué pensarías.
Me descalcé.
Y la noche llegó hasta mis pies.