viernes, 16 de enero de 2009

Y de nuevo...la calma

Pensaba poner una foto, una muy curiosa que tengo bajo el agua, saludando, o despidiéndome, que aquí una se va de vacaciones. Pero no he podido cargarla con lo que he pensado que también podría gustaros escuchar el mar embravecido, allá en La Garita, donde viví un tiempo.

El mar allí es de los surfistas, cada tarde, al caer el sol y mientras yo daba mi paseo por la playa, los jinetes negros cogían su tabla y cabalgaban más allá de la orilla. Era un impresionante espectáculo. De esos que se disfrutan escuchando el mar, simplemente, como en el video que os dejo aqui. Lo grabé un domingo de los muchos que me tumbé en la arena y desconecté...

2 comentarios:

Benito Gonzalez dijo...

“El Mar”, es ese gran amante de una rosa femenina llamada “La Tierra”.
Y es tal su amor por ella que su caricia eterna se expande por todos los rincones de su piel femenina.
Por eso nuestra mirada embellece al mirarlo, porque siempre llega pleno de alegría a sentirla y besarla.
¡que poco hemos aprendido los hombres de esta forma tan hermosa de amar!
Me alegro que tu lo sientas llegar cantando…. al corazón.

manuel_h dijo...

felices vacaciones marinas!!