sábado, 18 de octubre de 2008

Brick y Maggie La Gata

Llego del cine.

Venía pensando en él, en que a pesar de que hace poco que se fue, su presencia sigue intacta. El fin de semana pasado hablé de Paul Newman con Dulcinea. Hablamos de esos personajes que enloquecían el alma, nuestra alma, poniendo insistencia en Brick, ese hombre desesperado, que se siente culpable por la muerte de un amigo, que ama a su mujer aunque no se lo demuestre, que odia la falsedad, la mediocridad, la mendicidad por el legado familiar.

Y una de las imágenes que más me impresiona de La gata sobre el tejado de zinc, no tanto por lo que muestra sino por lo que oculta, es aquella en la que Brick se encierra en el baño, huyendo de una esposa desgarradamente enamorada, Maggie La Gata, y se apoya contra la puerta donde reposa en el perchero una bata de gasa blanca, que el personaje acaricia e incluso huele cerrando los ojos. Esa escena revela unos sentimientos tan fuertes que en pocas ocasiones se han disimulado tan veladamente en el celuloide.

Ayer vi la película, y al igual que me ocurrió la primera, la segunda...¿? vez que la visioné, observé que lo sucedido en aquellos años 50 podría suceder en pleno siglo XXI: desgaste emocional, luchas familiares, testamentos y herederos, alcohol y desamor, reencuentros pasionales...

Buenas noches Paul, buenas noches a todos.

2 comentarios:

Lequar dijo...

Hace mucho tiempo cuando ví la pelicula, pero quizas ya va siendo hora de q la vuelva a ver.Recuerdo q me quede con un sabor agridulce al final, pero maravilloso, me fascinaron esos dos amores, esa rabia,esa pasion..yo tambien me enamore de ellos, de su historia...Esta fue una de las peliculas de mi infancia,la otra,q sino la tienes ya sabes,Esplendor en la hierba,....solo son recordarlas....

Glo dijo...

Recuerdo el título pero no la peli, tendré que visionarla...un finde de dedicación personal.
Gracias Lequar